lunes, 22 de marzo de 2010

EL ULTIMO SERVICIO SECRETO DE PERON

Por Rodolfo Walsh - (Parte 1)

Posiblemente sea la menos difundida de las producciones periodísticas del autor de Operación Masacre. Fue publicada en el mes de agosto de 1967, en el nro. 4 de la revista Todo es Historia, dirigida por Félix Luna, presentando datos e interesantes apreciaciones sobre la insuficiente y confusa tarea de inteligencia estatal destinada a defender al gobierno popular de Juan D. Perón en 1955.

Se trata de un texto mucho más extenso de lo que solemos ofrecer en nuestro blog, ya que decidimos publicarlo en su totalidad —en dos partes—, suponiendo que no son muchas las ediciones circulantes en las que se encuentra incluido. Con lo cual, no es difícil suponer que será de gran utilidad para la creciente legión de lectores de este notable escritor militante.



El nombre de la persona que me dio la carpeta KEES debe permanecer, desgraciadamente, en reserva. Sus comentarios hubieran sido más autorizados que los míos. KEES fue el último servicio de informaciones creado por el gobierno peronista antes de su caída. La carpeta que da cuenta de sus actividades entre el 7 y el 19 de setiembre de 1955 contiene 81 partes especiales, numerados del 349 al 430. Se deduce la existencia de cuatro carpetas anteriores, que no han llegado a mis manos.

KEES probablemente empezó a operar después del fallido alzamiento del 16 de junio. Los motivos de su creación son conjeturales. Es verosímil que Perón desconfiara de los servicios militares de información.

El KEES no llegó a tener acción propia. Actuó principalmente como centro de escucha —y quizá de control— de las transmisiones que se efectuaban, a través de la R.R.P.F. (Red Radioeléctrica de la Policía Federal), la Dirección Nacional de Seguridad, el Comando de Represión y la propia policía. Ocasionalmente monitoreó las redes del Ministerio de Marina, Prefectura y policías provinciales. Prestó cierta atención a los panfletos callejeros y las transmisiones de radios comerciales, principalmente uruguayas.

Solamente en un caso —paradero de un marino retirado— encontramos al costado del parte una anotación a lápiz: "Detener y allanar domicilio". Y más abajo, en tinta: "Se cumplió". Los partes 427 a 430 del 19 de setiembre, que describen el bombardeo de la Marina a Mar del Plata traen anotaciones a lápiz que dicen: “Pasado a Comando J.” o bien “Pasado a Comando J. y Gral.”. El Comando J. es probablemente el comando de la junta militar a raíz de la renuncia de Perón. La identidad del "general" es hipotética pero fácilmente presumible.

Sin duda el interés mayor de estos documentos es que muestran cómo se vivió la revolución del ‘55 desde adentro de los organismos encargados de reprimirla. Un elemento accesorio de interés, es que ilustran, aunque sea de modo incompleto, cómo actúan algunos servicios de informaciones.

A KEES le servia de pantalla una repartición municipal. Contaba, sin duda, con personal adiestrado, militar o policial. La información era repartida en hojas dactilografiadas y copiadas al carbónico, cuyos destinatarios eran seguramente Perón y algunos de sus ministros y funcionarios claves. El sistema de copia permite suponer que el número de ejemplares era escaso, alrededor de media docena.

La transcripción integral de la carpeta KEES demandaría un volumen de 200 páginas. Aquí seleccionaré los partes más importantes, que constituyen una historia intima de la revolución de setiembre, vista desde el bando de los vencidos. En caso necesario completaré esa visión unilateral con breves referencias a testimonios producidos por el otro bando, en particular el relato de Luís Ernesto Lonardi, en su libro Dios es Justo.

"ESOS MARINOS"

Para nosotros, la historia empieza a las 20.45 del 7 de setiembre de 1955, cuando KEES emite su parte especial 349 que consta de seis puntos. El primero carece de importancia: informa sobre la huelga médica en Paraná. El segundo es curioso: la R.P.N.M. (Red de la Prefectura) informa al Consejo Federal de Seguridad con carácter de "urgente" y reservado la llegada a Punta Arenas de una fragata inglesa.

Ese arribo se ha producido veinte días antes, el 18 de agosto, fecha en que —se agrega— fue hallada a bordo del vapor francés Laennec en el Río de la Plata “la pasajera clandestina Lidia Olmos del Campo de Zavala Ortiz... siendo entregada a las autoridades del Uruguay". Los movimientos de la escuadra inglesa y de la esposa del conocido dirigente político, son anécdotas. Lo que cabe subrayar es la morosidad de la información que daba Prefectura al Consejo.

Lo que sigue tiene un significado retrospectivo que no escapará a quienes recuerden cuál fue el último asilo de Perón en la Argentina:

4° — R.P.N.M. — Hora 18.30 — Radiconversación entre Prefectura Central y Subprefectura Corrientes:
CORRIENTES: Despacho día 23 de agosto ppdo. se refería a que ese mismo día, horas 13.45, había pasado por el puerto Corrientes, aguas abajo, una cañonera paraguaya con nombre ilegible.

El punto siguiente del parte aborda ya en forma directa uno de los problemas que más debieron inquietar al gobierno: la actitud de la marina después de la derrota del 16 de junio:

5° — R.P.N.M. — Hora 18.45 — Radioconversación entre Prefectura Central y Subprefectura de Bahía Blanca:

BAHÍA BLANCA: Información sobre aviones establecía que los aviones eran armados por personal militar, no permitiéndose la intervención de personal civil y que circulaban rumores de que los aviones saldrían el día 3 del actual para Buenos Aires.

CENTRAL: Comprendido. ¿Y sobre esos marinos qué hay?
BAHÍA BLANCA: El día 6 y 7 del corriente habrían sido detenidos en Puerto Belgrano y trasladados a esa Capital el capitán de fragata Sánchez Moreno, comandante de una fragata, el capitán de fragata San Pietro, segundo comandante del "9 de Julio" y el teniente de navío Cúneo, comandante del remolcador "Diaguita”.
CENTRAL: Muy bien. ¿Qué barcos habían salido?
BAHÍA BLANCA: En vez del "9 de Julio" salió el "17 de Octubre" y también "La Argentina".

Los aviones eran de la base Espora. Allí estaba concentrada toda la aviación naval, tras el desmantelamiento de Punta Indio. Cuando el 13 de agosto escaparon de Espora los tenientes de navío Collet y Corbera, el gobierno ordenó la suspensión de los vuelos y el desarme de los aviones. La medida se revoco un mes más tarde. Los pilotos estaban casi totalmente comprometidos con el nuevo alzamiento en marcha.

KEES era y siguió siendo hasta el fin un servicio incipiente. No tenía, al parecer, personal ni equipo para manejar más de una situación importante. De ahí que abandone enseguida esa punta del hilo conspiratorlo, interrumpiendo la escucha de la Red de Prefectura y concentrándose en la red policial. Lo que pasa es que por la R.P.F. se tramitan mensajes mas urgentes: algo se está moviendo en Córdoba.

LOS ESPEJISMOS

¿Por qué triunfa o fracasa un movimiento militar? Al margen de la relación de fuerzas, la estrategia, etc., es la información o "inteligencia" la que desempeña a menudo un papel decisivo. Puesto que la revolución del ‘55 triunfó, ya no es astuto sorprenderse de que los servicios de informaciones y seguridad encargados de detectarla hayan fracasado. Cabe preguntar, en cambio, por qué fracasaron. Una parte de la respuesta es, a mi juicio, que persiguieron tres espejismos.

Para estudiar el primero, hay que remontarse al discurso que pronunció Perón el 31 de agosto de 1955, poniendo término a la pacificación Iniciada en julio, prometiendo responder a la violencia con una violencia mayor y asegurando que "cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos".

Algunos oficiales del ejército conspiraban ya. Uno de ellos, el general Dalmiro Videla Balaguer, portador de la medalla peronista de la lealtad, decidió esa misma noche sublevar la Escuela de Artillería de Córdoba y con ese fin mandó un emisario, Torres Fotheringham, que naturalmente fue rechazado. Videla Balaguer y los cuatro jefes que lo secundaban, debieron huir, pero los servicios de seguridad del gobierno los convirtieron en su objetivo numero uno, cuando en realidad carecían de fuerzas propias y estaban desvinculados de la verdadera conspiración.

El segundo espejismo fue el coronel retirado Juan Francisco Castro, ex ministro de transportes de Perón. El tercer espejismo fue el general Oscar Silva, edecán de Uriburu en el ’30, más tarde director del Colegio Militar y embajador en España. Hasta 1954 gozaba de la confianza se Perón.

Durante la primera quincena de setiembre casi todos los esfuerzos del Consejo Federal de Seguridad, la policía federal y la policía cordobesa se concentraron en localizar y detener a estos tres hombres. El azar quiso que Silva y Castro estuvieran efectivamente en la provincia de Córdoba, lo mismo que Videla Balaguer.

El general Silva fue detenido el 14 de setiembre, a las 19.30. El coronel Castro, al día siguiente. Ya era tarde para buscar a los verdaderos conspiradores. Ninguno de los dos ha figurado hasta ahora en las historias publicadas de la revolución del 55, a la que prestaron este involuntario servicio.

Por natural compensación, tampoco aparecen ni las carpetas del KEES, hasta el 16 de setiembre, el general Lonardi, Ossorio Arana, Rial, Señorans, ni Aramburu...

VIDELA

La fuga del impetuoso general de Río Cuarto databa del primero de setiembre. Una semana después, su búsqueda tenía prioridad. En Buenos Aires, se vigilaba la casa de su cuñada, Nidia Sánchez Ruiz. En Río Cuarto, a las 23.40 del 7 de setiembre, la delegación de la policía federal retransmitía a su colega de San Juan este mensaje:

Por requerimiento con sumo interés del Sr. Juez de Instrucción Militar, General de División José María Sosa Molina, se solicita inmediata detención del General de Brigada Dalmiro Videla Balaguer, Coronel Juan Bautista Picea, Tenientes Coroneles Luís María Carabba y Pablo Ruiz Picasso y el Mayor Jorge Fernández Funes, por suponerse intentan abandonar el país por la zona de Chile. Fdo. Orestes Martelli — Subcomisario a cargo de Delegación.

Poco más tarde KEES en su parte 351:

Hora 1 — Se ha obtenido información referente a la detención del General Dalmiro Videla Balaguer, la que se habría realizado en las últimas horas del día de ayer.

Era falso. El parte 353 recoge, a mediodía del 8, este diálogo entre la delegación de Río Cuarto y el Departamento Central de la policía federal con intervención, al parecer, del director de Seguridad, general Félix M. Robles:

CENTRAL: ¿Tiene novedades por ahí?
R. CUARTO: Hoy se ha publicado en los diarios locales una requisitoria emplazándolos a presentarse al comando de la IV Región Militar, dentro del tercer día de la fecha.
CENTRAL: Aquí se comenta que habrían sido detenidos pero no sabemos en qué lugar, de manera que si tiene alguna información hágala saber en seguida.
R. CUARTO: Dígale al señor director me perdone, que demoré un poco en hacerle conocer novedades, porque estamos trabajando intensamente realizando... una gran cantidad de diligencias que me mantienen casi todo el día y la noche fuera de la delegación porque es necesario que alguna de estas personas aparezca.

A las 12.50 Central habla con Mendoza:

CENTRAL: (Subcomisario Carnerero) ¿Uds. siempre mantienen relación con las autoridades de esa localidad chilena? Hágales saber que esos militares que usted sabe se habrían dirigido a ese país.
MENDOZA: (Comisario Muñoz) Ya estoy en conocimiento de lo que Ud. me dice, porque Río Cuarto ya me había avisado.
CENTRAL: Tenemos la información de que ya se encontrarían allí.

La información no debía ser segura, porque una hora y media después se pedía a Córdoba:

CENTRAL: Por orden del Señor Director, deben intensificar vigilancia y en cooperación con organismos afines, a los efectos de impedir que esas personas de "asunto Río Cuarto", puedan salir posiblemente con destino a Bolivia.
CÓRDOBA: Ya se han tomado medidas señor, en colaboración con Gendarmería, Aduana e Inmigraciones.

A las cinco de la tarde la requisitoria del juez militar es transmitida a las delegaciones de La Rioja, Santiago del Estero. Salta, Jujuy y Tucumán. El general Balaguer no había salido de la provincia de Córdoba por donde ambulaba, según algunos, disfrazado de linyera o de cura. En cambio, en Buenos Aires se realizaba una entrevista decisiva e inadvertida: a las 9 de la noche el general Lonardi hablaba con el coronel Señorans, jefe de estado mayor del comando revolucionario que respondía a Aramburu. Aramburu había desistido, pero Lonardi estaba dispuesto a seguir adelante.

“CASTRITO”

El segundo fantasma de esta historia aparece en los partes de KEES a la una de la madrugada del viernes 9 de setiembre. Se transcribe una radioconversación sostenida cuatro horas antes entre Central de Policía y Delegación Córdoba:

CENTRAL: Tenemos conocimiento de que el ex Ministro de Transportes Coronel (R) Juan F. Castro, se encontraría en la localidad de La Falda. Practiquen una averiguación para ver qué motivos lo llevaron allí y además qué actividades desarrolla en ésa.
CÓRDOBA: En cuanto pueda averiguar algo le comunicaré.

El sábado y el domingo se trabajó muy poco en KEES, sin duda por el feriado: el promedio de cinco partes diarios bajó a dos. Transcurrieron 36 horas antes de que la inquietud se renovara:

CENTRAL: ¿No tiene novedades de Castrito? Castrito ¿me entiende?
CÓRDOBA: Nos hemos comunicado con La Falda telefónicamente y de allí nos comunican que no estuvo.


Entretanto Lonardi fijaba la fecha del estallido: 16 de setiembre. Sus hijos viajaban a Córdoba y se ponían en contacto con la guarnición. En esos momentos aparecía ante los ojos encandilados de los servicios de seguridad el tercer fantasma.

SILVA

Parte 361, del sábado 10 de diciembre:

2° — R.P.F. — Hora 12.50 — Radioconversación entre Central y Delegación Bell Ville.
CENTRAL: Por encargo del señor Director, averigüe si en la localidad de Leones, en Marcos Juárez, hay una estancia donde el general Silva tiene familiares.
B. VILLE: No estoy informado de eso.
CENTRAL: ¿No sabe si el general va por allí habitualmente?
B. VILLE: No, señor; le digo que no conozco esa información y por otra parte le comunico que esa. es una zona de muchas estancias.
CENTRAL: Bueno, espere un momento... Dice el señor Director que practique discretas diligencias para averiguar eso, pero a fondo. Este señor, con un hijo que es capitán, ha viajado a esa localidad, donde la esposa tiene unos parientes que poseen una estancia.


¿Por qué buscaban al general Silva? La mención de su hijo es por ahora el único indicio. Según Luís E. Lonardi, en su libro, por esa misma fecha le hablaron "de la posibilidad de llevar a cabo una acción de sabotaje contra el material de tanques de Campo de Mayo, preparada por el capitán Silva, de la Escuela Superior Técnica."

B. VILLE: Haré cuanto pueda. Usted sabe, es una zona sumamente grande.
CENTRAL: Se sabe que viajan en una camioneta color azul claro; no se conocen otros antecedentes. Le recomiendo hacer una observación muy a fondo, pero discretamente.

Tres horas y media después aparece un mensaje, parte cifrado y parte en claro:

R.P.F. — Hora 15.30 — Comunicado general de la Dirección Interior.
Dirección del Interior. 3004/4S. Red Radioeléctrica — Exclusivamente para los SS. Delegados — DIT dt. 1568/1604 — De la fecha.
Al texto: Si el (siguen 32 letras en clave que, casi con certeza, designan al general Silva) se encontrará en ésa, interesa conocer sus actividades y contactos — Actuar con la mayor discreción para no dejar (10 letras en clave; probable texto claro: "indicios") que se lo (7 letras en clave; probable texto claro: "vigila").
Fdo. Francisco Bertoni, Inspector General — Director del Interior.

Los criptógrafos de la policía violaban dos reglas del oficio: la primera es no mezclar texto claro con cifrado; la segunda, ordena completar con letras nulas el mensaje hasta obtener un múltiplo de cinco. Pero esto carecía de importancia. En la noche del domingo 11 de setiembre Lonardi se encontraba en Buenos Aires con el entonces mayor Guevara y quedaban trazados definitivamente los planes de la Insurrección en Córdoba, Litoral y bases de la marina.

El viaje a Córdoba del Ministro de Ejército general Lucero, y las conclusiones que sacó de él, terminarían de confundir definitivamente al gobierno.

UN GENERAL EN ÓMNIBUS

A las tres de la tarde del domingo, Central informaba a Córdoba:

Hoy a las 14.20 horas en avión E.T.A. N° 103 con destino a La Cumbre, en vuelo reservado viajan ocho generales, sus nombres son: Sánchez Mendoza, Iñíguez, López, Ciceros, Serna, Reyes, Pérez Tort y Balloffet. Con mucha discreción y reserva establecer su arribo, motivos del viaje y actividades en ésa.

La respuesta llegó cuatro horas después:

Con respecto a los ocho generales mi radiograma de ayer N° 2470 se refiere a eso; vienen a presenciar demostración de tiro en Pampa de Olaen y se van a hospedar en La Falda y no en La Cumbre.

A las 20.25:

CÓRDOBA: Mañana a las 2 horas viajará el general Lucero a La Pampa de Olaen, presumiblemente en avión.


A mediodía del lunes 12:

CÓRDOBA: De acuerdo con lo solicitado, quiero comunicarle que referente a S.E. el señor Ministro de Ejército, llegó esta mañana, aterrizando el avión a las 9.46 en La Cumbre. En estos momentos estaría por almorzar en las cercanías de La Falda. Luego se dirigirá a la Pampa de Olaen a presenciar un ejercicio de tiro con armas nuevas.

Lucero estuvo 48 horas en Córdoba. Un detalle pintoresco es que se hospedó en la Colonia 17 de Octubre de La Falda, y que en ese mismo lugar estaba el coronel Castro, tan buscado por la Dirección de Seguridad. Es más: al ser detenido, Castro alegó que había hablado con él.
A las 10.50 del miércoles 14 KEE8 recogía este diálogo:

CÓRDOBA: Esta mañana del aeroparque "La Cumbre" partió S.E. el señor ministro de Ejército, general D. Franklin Lucero, a las 9.30 horas aproximadamente con su comitiva con destino al aeroparque de Buenos Aires.
CENTRAL: ¿Tiene las características del avión?
CÓRDOBA: Partió en un avión particular.

Como es sabido, Lucero a su regreso tranquilizó a Perón. En Córdoba no pasaba nada. Pero casi a la misma hora en que él salía en avión de la provincia, llegaba en ómnibus el general Lonardi.

LA REVOLUCIÓN NO OCURRIRÁ

En 36 horas más la búsqueda de los fantasmas iba a tener éxito. Los tres serian localizados, y dos de ellos detenidos. El tercero escaparía sobre el filo del estallido.
KEES registra la persecución de Videla Balaguer en sus partes 357, 359, 365 y 368 que van del 9 al 13 de setiembre. El domingo 11 Buenos Aires solicita la detención de sus emisarios Torres Fotheringham y Marino.

RIO CUARTO: ¿Estas detenciones la han solicitado desde aquí? CENTRAL: No. Las solicita el coronel Osinde de aquí.

Marino fue apresado el 12 y los datos de Torres Fotheringham se radiaron a todas las delegaciones. El hallazgo de Videla, su tiroteo con la policía y su liberación pertenecen a la crónica Insurreccional. El 13 de setiembre Buenos Aires seguía reclamando a Córdoba noticias de Silva:

Lo molesto para que pida colaboración a la policía local, con toda reserva y discreción para establecer el paradero del General Silva. Mucha reserva y discreción sin hacer ninguna clase de alarde.

Horas después se pedía a La Rioja y Catamarca detalles del viaje realizado un año antes por el general. Por fin en la noche del 14 KEES anota:

2° — R.P.F. — Hora al.30 — Radioconversación entre el Director del Interior D. F. Bertoni y el Comisario Brandolin, de Delegación Bell Vllle:

CENTRAL: Lo molesto para que usted me ratifique la detención del General; ¿dónde fue detenido y en que circunstancias?

B. VILLE: En el Correo de Marcos Juárez. mientras hacia un telegrama; fue detenido a las 19.30 horas por el Inspector Morí y Ayudantes Silva y Bianchi.
CENTRAL: ¿Qué dice el hombre; está tranquilo?
B. VILLE: Si, señor, está tranquilo. Aun no lo he interrogado.
CENTRAL: Tome precauciones para que no ocurra ningún inconveniente; trátelo con la mayor deferencia y consideración; póngale un asistente a sus órdenes por disposición de la Jefatura; hágale un dormitorio y posiblemente vaya el General Polero en su busca. Hay que hacerle saber que es orden del General Robles, a pedido del señor Juez Militar José M. Sosa Molina. Arbitre todos los medios a fin de evitar inconvenientes. El señor jefe los hace felicitar y transmite también felicitaciones del señor Ministro de Ejército. General Lucero.

Este mensaje prueba, a mi juicio, la importancia que se otorgaba al ex director del Colegio Militar. Ahora faltaba el segundo eslabón de la cadena.

R.P.F. — Hora 21.20 — Parte ya iniciado, en el que no pudo captarse cuál era la Delegación receptora:

DITDF N° 1727. En razón de tenerse conocimiento que el Coronel (R) (siguen 21 letras en clave que indudablemente designan a Juan Francisco Castro) se encomiaría en esa ciudad, se solicita que con la reserva pertinente se trate de establecer sus actividades. Fdo. F. Bertoni — Director Interior.

Esta vez la respuesta fue rápida:

R.P.F. — Hora 23.55 — Radioconversación entre Central y Delegación Córdoba: CÓRDOBA: Sobre la detención del Coronel J. R. Castro, que hablé con el Director, hállase en la Colonia 17 de Octubre en La Falda, en compañía de su esposa e hijo. Esta persona no quiere concurrir alegando que debe ser recibido por un alto jefe. En ese mismo lugar se alojó S.E. el señor Ministro de Ejército y argumenta que conversó con él.
CENTRAL: A esa persona tiene únicamente que observarla con una discreta vigilancia y sin tomar otra medida, por cuanto no hay que detenerla.

En la madrugada del 16, la vigilancia se convertiría en orden terminante de detención. Pero entretanto Buenos Aires comunicaba a todas las delegaciones que Castro había sido localizado.
El ambiente parecía despejarse. La Revolución Libertadora no iba a ocurrir, por lo menos en Córdoba. KEES podía ahora volver a "esos marinos". Esta parte de la carpeta se cierra con una nota de Involuntario aunque punzante humor:

Parte Especial N° 376 del 15 de setiembre.
1°) Red. Rad. M° de Marina — A las 9.40 horas por la red radioeléctrica del Ministerio de Marina se escucho la siguiente radioconversación:

Aquí PERA operando capitán Gravan; ¿quién opera en ésa?

Aquí NARANJA operando cabo Tejerina.
PERA: Bueno Naranja, va a hablar el almirante Jáuregui desde su despacho, permanezca atento, pasemos a inversor.
NARANJA: Aquí hablando el almirante Jáuregui desde su despacho, su transmisión es muy buena; fuerza 5, claridad 5, muy buena su transmisión. Esto va marchando y me alegro en beneficio de las transmisiones.
PERA: (La escucha es imperceptible, con muchas descargas).
NARÁNJA: Yo desearía que transmitiera a la Capital desde donde ha transmitido y si lo ha hecho con inversor.
PERA: (Es imposible la escucha).
NARANJA: Espero que tengan un buen día como aquí en la Capital Federal. Espero su llamado el viernes a esta misma hora. Los felicito a todos y esto me demuestra que en la marina hay muy buen personal de comunicaciones. Felicito al personal de esa transmisora Puerto Belgrano y de esta central.

El día era lindo, los equipos andaban bien. ¿Qué más se podía pedir para hacer la felicidad de un almirante? Estamos a 15 de setiembre de 1955.

2 comentarios:

Mario Paulela dijo...

Tengo este número de la revista, original, en mi colección. Es increíble cómo la prosa de Walsh atrapa, aún en la transcripción de los tediosos comunicados. Este trabajo, de notable trascendencia histórica, tiene un factor adicional que no es menor: Walsh se refiere a "la derrota del 16 de junio", fecha del ataque aéreo a Casa Rosada, Plaza de Mayo y otros objetivos. El concepto de "derrota", ajustado a la verdad en tanto y en cuanto el golpe resultante del ataque fue abortado y el ataque mismo no logró el objetivo primero, que era matar al presidente Perón. Lo curioso es que, justamente, uno de los pilotos a cargo de una de las máquinas agresoras era el hermano mayor del propio Walsh, que revistaba en la aviación naval como oficial y que logró huir al Uruguay junto con otras 18 máquinas y el dirigente radical Miguel Angel Zavala Ortiz, uno de los cerebros de la operación criminal de dejó más de 450 muertos civiles y que fuera posteriormente canciller de Illia.
Muy buen posteo.
Saludos

Alberto N. Manfredi (h) dijo...

Rodolfo Walsh, el hombre del doble discurso, de la doble postura, la doble faz. Mientras escribía Operación Masacre (1956), al mismo tiempo publicaba en "Leoplán", una revista de la época (edición del 18 de septiembre de ese mismo año) el artículo "Aquí cerraron sus ojos", donde elogia y alaba a los aviadores navales caídos en combate en Sierra de la Ventana, luchando para derrocar al régimen de Perón, la misma arma que bombardeó Buenos Aires el 16 de junio de 1955. Me recuerda al Ernesto Sábato de la CONADEP, almorzando años atrás con Videla y elogiando su gobierno. La Argentina es inentendible.